TRENZA DE MEMBRILLO
Supoño que a estas alturas do outono xa estarán feitos todos os doces de marmelo. Este ano ademais foi moi bo para os marmelos e tiñan moi boa calidade.
Se xa o fixestes seguro que o que máis apetece é comelo cun bo anaco de pan e unha rebanda de queixo. Pero se o marmelo saíu un pouco máis brando e o podemos untar nunha torrada seguro que tamén o podemos empregar para esta sobremesa, porque iso foi o que me pasou a min; seguro que me despistei co tempo de cocción ou ca cantidade de azucre e desta volta algún doce quedou un pouco brando.
Coma sempre, navegando pola rede, atopeime cunha receita de trenzas de marmelo que levaba ovo, por suposto. Eu modifiqueina ao meu gusto e ás miñas necesidades e saiume algo enorme que case abre a porta do forno. Non é máis que un roscón cunha cor máis escura e cun sabor especial que lle aporta o marmelo. Na receita orixinal fixeron pequenas trenzas, pero como vedes eu fixen unha que por ser non era grande, era enorme.
Se preferides a receita con ovo podedes consultala aquí. Os ingredientes da miña son os seguintes:
- 250 gr de doce de marmelo
- 50 gr de manteiga
- 200 ml de nata
- 500 gr de fariña (aproximadamente)
- 25 gr de fermento de panadería
- 1 chisco de sal
Con todos estes ingredientes facemos a masa que a estas alturas xa non ten ciencia algunha. Si, para os que teñan a dúbida, o marmelo métese no medio da masa ata que pasa a formar parte dela mesma.
Facemos entón un volcán coa fariña e no medio incorporamos a nata, a manteiga que levará un tempo fóra da neveira, o marmelo, o fermento e o sal. A cantidade de fariña xa sabedes que é aproximada e a medida que imos amasando podemos precisar máis. Unha vez rematado o proceso de amasar deixaremos que medre e dobre o volume para despois darlle forma á nosa trenza. Cando volva medrar e dobrar o volume, vernizamos con leite e engadimos azucre humedecido. Xa vos decatastes de que a masa non leva azucre; é suficiente co que aporta o marmelo.
Metemos finalmente a nosa trenza en forno quente a 180º. Hai que ter moito coidado pois o tempo de cocción é curto e segundo o forno pode andar entre os 15 ou 20 minutos.
Supongo que a estas alturas del otoño ya estarán hechos todos los dulces de membrillo. Este año además fue muy bueno para los membrillos y tenían muy buena calidad.
Si ya lo hicisteis seguro que lo que más apetece es comerlo con un buen trozo de pan y una rebanada de queso. Pero si el membrillo salió un poco más blando y lo podemos untar en una tostada seguro que también lo podemos emplear para este postre, porque eso fue lo que me pasó a mi; seguro que me despisté con el tiempo de cocción o con la cantidad de azúcar y esta vez algún dulce me quedó un poco blando.
Como siempre, navegando por la red, me encontré con una receta de trenzas de membrillo que llevaba huevo, por supuesto. Yo la modifiqué a mi gusto y la adapté a mis necesidades y me salió algo enorme que casi abre la puerta del horno. No es más que un roscón con un color más oscuro y con un sabor especial que le aporta el membrillo. En la receta original hicieron pequeñas trenzas, pero como veis yo hice una que no era grande, era enorme.
Hacemos entonces un volcán con la harina y en el medio incorporamos la nata, la mantequilla que llevará un tiempo fuera de la nevera, el membrillo, la levadura y la sal. La cantidad de harina ya sabéis que es aproximada y a medida que vamos amasando podemos necesitar más. Una vez acabado el proceso de amasar dejaremos que crezca y doble el volumen para después darle forma a nuestra trenza. Cuando vuelva a crecer y doblar el volumen, barnizamos con leche y añadimos azúcar humedecido. Ya os habéis dado cuenta de que la masa no lleva azúcar; es suficiente con el que aporta el membrillo.
Metemos finalmente a nosa trenza en forno quente a 180º. Hai que ter moito coidado pois o tempo de cocción é curto e segundo o forno pode andar entre os 15 ou 20 minutos.
Supongo que a estas alturas del otoño ya estarán hechos todos los dulces de membrillo. Este año además fue muy bueno para los membrillos y tenían muy buena calidad.
Si ya lo hicisteis seguro que lo que más apetece es comerlo con un buen trozo de pan y una rebanada de queso. Pero si el membrillo salió un poco más blando y lo podemos untar en una tostada seguro que también lo podemos emplear para este postre, porque eso fue lo que me pasó a mi; seguro que me despisté con el tiempo de cocción o con la cantidad de azúcar y esta vez algún dulce me quedó un poco blando.
Como siempre, navegando por la red, me encontré con una receta de trenzas de membrillo que llevaba huevo, por supuesto. Yo la modifiqué a mi gusto y la adapté a mis necesidades y me salió algo enorme que casi abre la puerta del horno. No es más que un roscón con un color más oscuro y con un sabor especial que le aporta el membrillo. En la receta original hicieron pequeñas trenzas, pero como veis yo hice una que no era grande, era enorme.
Si preferís la receta con huevo la podéis consultar aquí. Los ingredientes de la mía son los siguientes:
- 250 gr de dulce de membrillo
- 50 gr de mantequilla
- 200 ml de nata
- 500 gr de harina (aproximadamente)
- 25 gr de levadura de panadería
- 1 pizca de sal
Con todos estos ingredientes hacemos la masa que a estas alturas ya no tiene ciencia. Sí, para los que tenga la duda, el membrillo se mete en el medio de la masa hasta que pasa a formar parte de la misma.
Hacemos entonces un volcán con la harina y en el medio incorporamos la nata, la mantequilla que llevará un tiempo fuera de la nevera, el membrillo, la levadura y la sal. La cantidad de harina ya sabéis que es aproximada y a medida que vamos amasando podemos necesitar más. Una vez acabado el proceso de amasar dejaremos que crezca y doble el volumen para después darle forma a nuestra trenza. Cuando vuelva a crecer y doblar el volumen, barnizamos con leche y añadimos azúcar humedecido. Ya os habéis dado cuenta de que la masa no lleva azúcar; es suficiente con el que aporta el membrillo.
Lo que no se te ocurre a ti, no se le ocurre a nadie...
ResponderEliminarPara que después digan que sin huevo no se puede cocinar,...
EliminarPor cierto, a ti también se te ocurren bastantes cosas, sobre todo pañitos de cocina...