Cada vez que conto que teño unha milgrandeira na miña horta a xente queda estrañada. A verdade é que parece non ter moita relación dita árbore con Galicia, pero a granada é unha froita moi estendida sendo España o maior produtor e exportador.
Iso si: con tanta chuvia as miñas granadas acaban rebentando e abrindo.
Pero imos ao noso: teño granadas e teño que aproveitalas. Así que, despois de moito cavilar e buscar, decidín facer esta marmelada baseándome nunha receita que atopei nas redes:
- 650 gr de grans de granada
- 400 gr de mazá (pesada xa en anacos)
- Zume dun limón
- 300 ml de viño tinto
- 650 gr de azucre
- Un chisco de canela
O máis difícil foi separar os grans da granada. Na rede hai moitas páxinas que explican como facelo, como abrir a granada á metade e golpeala pola parte exterior tendo a precaución de poñer un prato debaixo para recoller os grans. O certo é que este traballo require paciencia e coidado recollendo os grans libres da pel do interior da granada que é amarga e podería estragar o sabor da nosa marmelada.
É agora cando pesamos a granada e reservámola. Picamos a mazá, sen pelar, pesámola e engadímoslla á granada. Botamos o azucre, o viño, o zume de limón e o chisco de canela. Se nos gusta a canela podemos botarlle un pouco máis, pero para o meu gusto é suficiente, entendendo como chisco a cantidade que podemos coller entre o polgar e o índice.
Poñémola mestura ao lume e ao ferver baixamos un pouco a intensidade. Cociñamos uns 40 minutos máis removendo de cando en vez. Despois batémola e pasámola por un "chino". As pebidas da granada quedan intactas e separadas. Podemos poñela outra vez ó lume para que espese un pouco máis e despois envasámola.
Unha das veces que fixen esta marmelada andaba un pouco apurada e metín a granada coa mazá e o azucre na neveira. O día seguinte engadín o resto dos ingredientes (un pouco menos de viño) e o resultado foi algo semellante ao doce de marmelo. Ao arrefriar quedou moi espesa. É outra opción moi válida.
Cada vez que cuento que tengo un granado en mi huerta la gente se extraña. Es verdad que no parece tener mucha relación ese árbol con Galicia, pero la granada es una fruta muy extendida siendo España e mayor productor y exportador.
Eso sí: con tanta lluvia mis granadas acaban reventando y abriendo.
Pero vamos a lo nuestro: tengo granadas y tengo que aprovecharlas. Así que, después de mucho cavilar y buscar, decidí hacer esta mermelada basándome en una receta que encontré en la red:
- 650 gr de granos de granada
- 400 gr de manzana (pesada ya en trozos)
- Zumo de un limón
- 300 ml de vino tinto
- 650 gr de azúcar
- Una pizca de canela
Lo más difícil fue separar los granos de la granada. En la red hay muchas páginas que explican cómo hacerlo, cómo abrir la granada a la mitad y golpearla por la parte exterior teniendo la precaución de poner un plato debajo para recoger los granos. Lo cierto es que este trabajo requiere paciencia y cuidado recogiendo los granos libres de la piel del interior de la granada que es amarga y podría estropear el sabor de nuestra mermelada.
Es ahora cuando pesamos la granada y la reservamos. Picamos la manzana, sin pelar, la pesamos y se la añadimos a la granada. Echamos el azúcar, el vino, el zumo de limón y una pizca de canela. Si nos gusta la canela podemos echarle un poco más, pero para mi gusto es suficiente, entendiendo como pizca la cantidad que podemos coger entre el pulgar y el índice.
Ponemos la mezcla al fuego y cuando hierva bajamos un poco la intensidad. Cocinamos unos 40 minutos más removiendo de vez en cuando. Después la batimos y la pasamos por un "chino". Las pepitas de granada quedan intactas y separadas. Podemos ponerla otra vez al fuego para que espese un poco más y después la envasamos.
Una de la veces que hice esta mermelada estaba un poco apurada y metí la granada con la manzana y el azúcar en la nevera. Al día siguiente añadí el resto de los ingredientes (un poco menos de vino) y el resultado fue algo semejante al dulce de membrillo. Al enfriar quedó muy espesa. Es otra opción muy válida.
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